►Comunicación◄

por **Haqua** Vie Nov 11, 2011 3:15 am

Sintiendo el aire frío típico de noviembre Haqua se diría a su hogar, portaba su uniforme de oficial y sobre él un abrigo enorme; en su mano izquierda llevaba varias hojas, posiblemente reportes de la policía mientras que en el hombro derecho portaba un bolso de color marrón.

-Esta ciudad está llena de problemas- Decía mientras atentamente leía cada hoja de principio a fin, caminaba a paso moderado por la acera siguiendo un ritmo constante, el cual era marcado por el sonido de sus tacones.

Se detuvo en una esquina y, dejando su lectura por el momento, sacaba una pequeña hoja de la bolsa de su abrigo, era un papel con un mapa impreso.

-Bien, si tomé la avenida principal entonces el departamento debe quedar por...- Decía para si misma mientras observaba las calles en el papel, era evidente que había tomado un camino desconocido hacia su casa.

-Ya entiendo, giraré a la izquierda en la siguiente calle- Pensaba al momento de que comenzaba a avanzar de nuevo. Leyendo otra vez sus informes no tardó mucho hasta llegar al lugar, donde, como había dicho, dio la vuelta; cerca de ahí se observaban unos edificios de departamentos, entre los cuales estaba el suyo.

La joven de cabello violeta, distraída en sus asuntos, no se dio cuenta de que sin querer una criatura se cruzaba en su camino, pisándolo. Al verlo lo reconoció, se trataba de ese pequeño que desde hace unos días rondaba por el lugar.

por **Demian** Sáb Nov 12, 2011 1:40 pm

Los días comenzaban a hacerse mas largos para el pequeño Demian quien paseaba libremente por la ciudad, pero sin salir de una cierta zona, permanecía allí por la simple razón de que había encontrado personas bondadosas las cuales no se resistian a sus pequeños pedidos de alimento, y siempre le regalaban la comida del día... pero no era su estadía gracias a eso, pues también sentía que algo allí era para el, pero no lograba descubrir que era aquello.

Ese mismo día luego de dormir en su pequeña caja de cartón despertó de sus sueños enroscado como un cachorrito, y dispuesto a dar sus visitas diarias a ciertos sitios en los cuales lograría acallar su adolorido estómago. El primer sitio fue la tienda a dos calles de su pequeña caja de cartón, una tienda de abarrotes manejada por una mujer joven la cual al verlo siempre lo tomaba en brazos y le ofrecía algo de ramen.... además de unos cuantos besos en sus mejillas a los cuales Demi solo sabía responder sonrojándose y cerrando sus ojos con ternura involuntaria.

Luego de permanecer allí durante alrededor de dos horas iba a visitar a una pequeña señora de gran edad y sabiduría la cual le prestaba todos los días un libro diferente para que lea, aunque a veces la misma señora de sencarga de leer el libro al pequeño el cual agradece con una gran sonrisa y pequeños pero afectivos abrazos.

Ya siendo la tarde y pronto cayendo la noche sobre la ciudad Demi se disponía a volver a su pequeño refugio, pero se detuvo media cuadra antes viendo como una muy bonita mujer se acercaba hacia su posición sosteniendo y leyendo unos papeles, pero sin darle cuenta y quedarse allí como un tontillo observando a la señorita, fue pisado por la misma, y con una gran expresión de dolor corrió llorando hasta su pequeña cueva a refugiarse allí mientras aun se oían los lamentos de un pequeño cachorro.

-¡¡Auu!!... chica malvada-

por **Haqua** Mar Nov 15, 2011 2:58 am

-Tú... ¡Oye!- Decía la chica mientras veía como el pequeño huía hacia una caja de cartón que estaba entre unos arbustos pequeños, pensó en seguir su camino pero sabía que no era lo correcto pisar a alguien y fingir que nada pasaba, así que decidió acercarse al "refugio" de la criatura. Con pasos tranquilos se acercó y fue entonces cuando escuchó el comentario del chico; guardó sus informes en su bolso y se quedó pensando unos momentos.

-No sólo es mi culpa ¿Sabes?, los dos debimos poner más atención- Respondió la chica con un tono de voz suave pero parecido a un reclamo. Con curiosidad se agachó para ver mejor al pequeño, quien estaba como enroscado gimiendo de dolor.

-Déjame ver dónde te lastimé- Decía poco convencida mientras estiraba su mano izquierda hacia el pequeño; en su mente su "versión de los hechos" le decía que no había sido algo de mucho cuidado.

Dejando un poco de lado lo que había sucedido; se preguntaba qué había ocurrido para que alguien como él anduviera vagando en las calles, era algo que le parecía muy misterioso por lo que decidió mantenerse al margen de las cosas sin involucrarse demasiado.

por **Demian** Mar Nov 15, 2011 11:50 am

Aun refugiado en su pequeña casita de cartón se acurrucaba en uno de los vértices, viendo como una pequeña sección de la piel de su brazo estaba abierta y prontamente derramando escasas gotas de sangre, no parecía ser mucho pero aun le dolía y no soportaba aquello.
Las lágrimas aun brotaban de sus ojos como si fueran pequeñas cascadas hasta que oyó nuevamente las palabras de la mujer y se dirigió hacia la parte abierta de la caja, pero sin sacar su cabeza de la oscuridad de la misma y solo mostrando en sus ojos una gran pena dejó que unas pocas palabras salieran de sus labios.

-P... p-perdón señodita-

Aquel acento de niño pequeño se había notado mucho, su posición momentánea le hacía parecer aun mas joven. Al oír nuevamente las palabras de la mujer se acercó con mas confianza y con sus grandes ojos humedecidos le enseñó el diminuto corte de su brazo que no sobrepasaba los dos centímetros; algo era cierto, ambos habían tenido la culpa, ambos por igual... y también parecía que no solo era interés por el hecho, sino también por algo mas... la escena daba la pauta de que eran pequeños amigos... solo que recién conocidos.

- ¡No aprietes!... sino dolerá mucho mas-

Repuso nuevamente mientras su brazo era tomado por la mano ajena, mientras tanto su mirada húmeda se perdía en la ajena lenta y silenciosamente.

por **Haqua** Jue Nov 17, 2011 3:17 am

-Descuida, no lo haré- Le decía en un tono calmado al cachorro para que éste supiera que no iba a hacerle nada malo. Tomó esa pequeña mano, la cual se sentía muy fría y cerrando la de ella trataba disimuladamente de darle un poco de calor. Palpaba suavemente la herida del pequeño con el dedo índice de la mano que tenía libre, gracias a ello, pudo darese cuenta de que la misma no significaba un gran daño a pesar de tener un poco de sangre en ella.
La chica continuaba revisándolo mientras que de reojo lo miraba, lo primero que notó la chica fueron esos ojitos llorozos que le parecían muy lindos, aunque claro, no lo demostraba ni en lo más mínimo; también se dio cuenta de lo desgastada que estaba su ropa, lo que daba a entender que posiblemente llevaba mucho tiempo viviendo a la imtemperie, por otro lado, era obvio que una caja de cartón no era el refugio indicado para él ni para nadie y menos con el clima frío que se avecinaba. A pesar de darse cuenta de eso, no pronunció palabra al respecto, continuando con lo que estaba haciendo.

-No te ocurrió nada grave, sólo necesitas una limpieza en la herida y te sentirás mejor... Aunque no tengo nada para eso aquí, tal vez deba ir por él a casa- Decía mientras soltaba la mano del pequeño y se reincorporaba; mirandolo de nueva cuenta, pensó en las palabras que acababa de decir.

-Tal vez sea mejor que vengas conmigo...- Comentaba mientras volteaba a ver los edificios de apartamentos y, pensando en la temperatura del ambiente quería convencerse de que lo invitaba porque sería malo para ella estar de nuevo afuera por ese frío excesivo; eso era cierto, pero había otra cosa oculta y era que le preocupaba más la situación del pequeño.

por **Demian** Sáb Nov 19, 2011 7:54 pm

Aun recluído en su pequeña caja de cartón solo dejaba salir su mano de entre la oscuridad de la misma, y solo hacia las manos ajenas, las cuales aunque fueran desconocidas se notaban tibias y agradables, tan adorables como si fueran las de su propia madre... las cuales conoció pero cuando no poseía consciencia...
Aun con su pequeña mano fuera de la caja seguía allí observando cada movimientos de los dedos de los cuales la mujer era propietaria, pero aun así sus lágrimas no dejaban de caer dentro de la caja, y el dolor de su brazo no se alejaba y/o dispersaba como solía ocurrir.

Al ver como ella se elevaba y pronunciaba aquellas palabras, salió de la caja rápidamente y se abrazó de ambas piernas ajenas con fuerza, escondiendo su cabeza con las mismas y aun sollozando fuertemente, era tan solo un pequeño, y como tantos otros necesitaba cariño, lástima que él nunca había gozado de tal favor o placer y tal vez esta mujer sería quien le dotaría con aquel derecho que todos los pequeños poseen solo por el simple hecho de ser criaturas.

Asintió aun sollozando a la afirmación de la mujer, la cual demostraba cierto interés de llevarle a su casa, era algo que podría dar felicidad al pequeño corazón que dentro de aquellos ropajes latía con suma debilidad. Se mantuvo abrazado hasta que una pequeña gota rozó sus cabellos, intrigado por esto elevó su mirada, pero para su mala suerte otra gota penetró en su ojo izquierdo, por lo cual se separó de ella y tomó asiento en el suelo mientras lloraba aun mas fuerte e intentaba frotar su ojo, para supuestamente alejar el exceso de agua en el mismo... mientras tanto la lluvia comenzaba a rodearles con rapidez.

-Lele... agua mala... ¡lele mi ojito!-

por **Haqua** Dom Nov 27, 2011 2:34 am

Apenas terminó de hablar la chica se sorprendió mucho al sentir a ese pequeño aferrándose con fuerza a sus piernas, normalmente hubiera "reclamado" al sentir algo así sorpresivamente pero guardó silencio. Los dos permanecieron inmóviles unos instantes; en el fondo sólo se escuchaba un sollozo acompañado del leve sonido de las nubes haciendo fricción entre ellas.

Al momento que la joven se disponía a invitar al cachorro a caminar junto a ella el cielo dejó caer unas cuantas gotas. Ambos miraron hacia arriba, divisando cómo bajaba la lluvia, al parecer no era nada de qué preocuparse pero podía empeorar en cualquier instante.

De pronto, una gota oportunista cayó en uno de los ojos del pequeño provocando que éste soltara las piernas de Haqua. Sentándose en el suelo lo tallaba mientras sollozaba de nuevo.
-No te pasará nada, sólo es agua- Decía la chica volteando hacia él mientras se ponía una de sus manos en la cadera, soltó un suspiro y después extendió nuevamente su mano hacia él. La lluvia caía cada vez más fuerte, empezando a mojarlos.

Sin pensar ni decir nada, la chica jaló al pequeño sin esperar que éste le diera su mano, lo cargó apoyando la cabeza del mismo sobre su pecho resguardandolo de la lluvia y se apresuró. La temperatura bajaba gradualmente por lo que quería llegar rápido a casa.

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