Reencuentro?

por **Himeko** Sáb Sep 24, 2011 12:02 am

No podía creer que fuera cierto, no podía creer que por fin me encontrase en este lugar en estos precisos momentos, aquel momento tan esperado para mí que parecía hacerse adelantado en un reloj de arena el cual había sido forzado por el destino quizás el cual anhelaba a gritos su reencuentro después de haber sido testigo tantas veces del amor más bello y a la vez maldecido de todos.

Suspire profundamente al momento en que me alejaba el autobús en el cual había llegado analizando todo lo que se encontraba a mi alrededor… todo parecía tan extraño en ese nuevo lugar que incluso las calles más claras y de destino marcado parecían un laberinto para mí. No recuerdo cuanto tiempo anduve caminando por toda la ciudad buscando algo que con certeza no encontraba. La noche no dudó dos veces en hacer su entrada triunfar y las personas se encontraban en las calles ahora empezaban a marcharse a sus respectivos hogares.

–sería bonito tener un lugar a donde ir –

Seguí caminando hasta llegar a un pequeño parque que se encontraba en medio de la ciudad o por lo menos mi mala orientación así me lo permitía ver. El cansancio de aquella larga caminata sin resultado en busca del hotel indicado en el cual iba a hospedarme debió atacarme a eso de la media noche pues no recuerdo como acabé durmiendo en el piso rodeada de unos cuantos árboles que adornaban el lugar donde había decidido tomar un pequeño descanso contado una y otra vez las escasas estrellas que bailaban incesantes en el griseado cielo.

por **Alexander Von Humbolt** Sáb Sep 24, 2011 12:31 am

Un nuevo día se había alzado entre los edificios de la ciudad, aquellas nubes nocturnas habían decidido escapar hacia otro sitio, para no ser vistas por los seres que aun habitan la ciudad, los vientos acompañaron a las nubes de forma agraciada, buscando un sitio para esconderlas mientras que el sol se había despertado de buenas, su brillo no era como el de todos los días, tenía un.. un... "No sé que.. que que se yo"... algo inexplicable me decía que este sería un día diferente de todos los otros. Sin mas pensar cerré la puerta de mi hogar con llave y comencé a caminar hacia el mercado, debía traer comida y demás productos para no morir cuando el hambre y la sed atacaran.

La tarde había sido larga y los productos se encontraban en mis manos, dentro de bolsas de nailon, ciertamente un buen invento para la humanidad, una bolsa realmente liviana, maleable, delgada, pequeña, resistente... y sumamente contaminante al igual que varios productos que se suelen conseguir en cualquier sitio sin permiso alguno. Alimentos era lo que desbordaba las bolsas y lo que constituía la mayoría de lo comprado, luego le seguía la bebida y por último utensilios y repuestos para cosas cotidianas, como puede ser repuestos para una caja de fósforos... simplemente comprar una caja nueva, o una esponja algo desfragmentada... ciertamente en un truco entre manos ambas se fusionarían mostrando como resultado una única esponja totalmente nueva... y sus residuos en el bote de la basura.

Ya se encontraba el sol escondido detrás del horizonte cuando estaba a punto de arribar a mi hogar, ese pícaro quien me había esperanzado con la idea de que ocurriera algo especial el día de hoy se había ido sin que nada sucediera, pero me confundía, aunque no lo supe hasta que la mirada se me desvió hacia la plaza que se encontraba frente a la fachada de mi hogar... una mujer se encontraba allí intentando dormir sobre el duro banco de piedra, ciertamente comenzaba a generar un sentimiento de culpa... no podía dejarle allí. Tomando consciencia del hecho crucé la calle y me acerqué a ella mientras le observaba, parecía hipnotizada por las estrellas del cielo, y sus bellos ojos seguían una a una de las mismas. Sin vacilar dejé las bolsas en el suelo y luego de quitarme la chaqueta se la ofrecí.

-Buenas noches... no creo que sea de mi incumbencia pero no puedo dejar a una bella mujer en la calle frente a mi hogar y observarle desde allí sin sentir culpa... le invito a beber una tasa de chocolate caliente-

por **Himeko** Dom Sep 25, 2011 5:14 pm

Debían de ser alrededor de la media noche, casi no había gente caminando por el lugar, o acaso así serian todos los días en este pueblo? Debía de acostumbrarme a la idea de no estar más en mi pueblo natal y que las cosas habían cambiado… ya la pequeña Himeko que vivía con sus hermanos y que solo veía a sus padres cuando estos no se encontraban de viaje ya no estaba, ahora era turno de que la Himeko valiente, independiente y fuerte saliera al aire… de no ser así no sabría con exactitud que podría pasarme.

Una suave y a la vez varonil voz me despertó antes de que cayera en mi profundo sueño, una invitación a beber una taza de chocolate proveniente por un desconocido a estas horas eran algo no muy confiable, cualquier persona con algo de razón hubiese rechazado aquella invitación pero aun me rehusaba a creer en lo malvadas, retorcidas y crueles que podían ser las personas en el mundo real, y cuanto más en aquella ciudad de las cuales había escuchado alguno que otro comentario no muy favorable de la misma.
Pero aun aquella ingenua niña no había muerto del todo incluso al pasar de los años pues su hermano mayor se había encargado de hacerle creer un mundo de fantasías haciéndola vivir en una burbuja alejada de la sociedad. Asentí con la cabeza mirando al joven mientras me rascaba con un dedito el ojo derecho tiernamente.

Mis ojos aun se encontraban algo cerrados por la oscuridad y no podía ver con claridad al ajeno, pero presentía que no sería una mala persona después de todo por la manera en que se había dirigido hacia mi… de ser un ser malvado y retorcido creo que hubiera atacado en lo que me encontraba desprevenida… después de todo nadie respondería por mí de ser aquel el caso.

–es usted muy amable, la verdad me encantaría una tasita de chocolate caliente, es que hace un poco de frio –

Comente sonriéndole tiernamente al ajeno

por **Alexander Von Humbolt** Dom Sep 25, 2011 5:41 pm

Aquel rostro se me hacía conocido, como si ya hubiera vivido una situación similar hace tiempo... tan solo podría llegar a ser un déjà vu... o algo que de en serio ocurrió hace tiempo, pero como mi mente había sido maniatada por tantos químicos ya me costaba separar la realidad de la fantasía, los colores pasaban de rojo a azul, de verde a amarillo, de blanco a negro y no lograba asimilar el cambio, ciertamente me habían jodido gran parte de mi vida, y habían borrado tantas partes de mi niñez que se podía pensar que nunca fui un niño, solo aparecí en este mundo como adolescente y aquí sigo...

Un lapsus en mi memoria detuvo mi visión, mostrándome a esa misma mujer que se encontraba frente a mi, mas pequeña, en un sitio muy parecido, pero un segundo luego se fue de mi cabeza, no lograba entender que ocurría, y la única forma de saberlo era esperar a que otra de estas imágenes se presentara en mi mente, y solo ocurría en presencia de ella, así que la invitación era una buena excusa para intentar descifrar lo que mi mente quiere recordar. Sus palabras se hicieron presentes en el viento que surcaba nuestros cabellos, alborotándolos de forma agraciada.

- No viene mal calentar nuestras entrañas con una dulce bebida... sígame, le llevaré a mi hogar.. ah y por cierto, creo que sería bueno que utilizara la chaqueta que le acabo de dar... comienza a refrescar a pasos agigantados-

Ofrecí mi mano a la mujer para poder guiarle en el corto trayecto hasta mi hogar, tan solo era caminar aproximadamente veinte metros, pero con la niebla y el viento que nos rodeaba en veinte metros solo se consideraban dentro de la visión cinco de los mismos.
Al llegar a la puerta, abrí esta misma rápidamente para darle paso con una inocente sonrisa.

por **Himeko** Dom Sep 25, 2011 6:04 pm

Estaría bien tener tanta confianza con un desconocido y aceptar la idea de ir así por así a su casa a media noche? Ciertamente todo el mundo sabe la respuesta a aquella frase cuando se encuentra analizando todo desde afuera, pero al momento de estar en aquella situación toda la historia cambiaba y las cosas que alguna vez habías dicho que nunca harías se convertían en tu opción numero 1… y más aun cuando sabes que no tienes a nadie a quien acudir… aun cuando un simple desconocido se vuelve alguien que marca tu historia ya sea de buena o mala manera.

Tome su mano tímidamente para así levantarme del banco donde me encontraba para caminar junto a él hasta su casa… su suave y a la vez fuerte mano se sentía cálida incluso en aquella noche tan fría de invierno, por un momento sentí aquella extraña sensación de haberla tocado antes, incluso aun cuando no pudiera reconocerlo a simple vista mi cuerpo parecía responder ante el suyo sintiéndolo familiar de alguna manera que no podía explicar.

–quizás tengas razón… y gracias –

Comente colocándome la chaqueta mientras caminaba junto a él, su casa no estaba muy lejos de donde me encontraba pues no tardamos mucho en llegar a la misma, el ajeno abrió la puerta y dejo el paso libre para que entrase. Su casa era muy bonita y acogedora, quizás vivía con alguien más que la mantenía en aquel estado puesto que muchos hombres jóvenes no son tan ordenados.

–gracias por traerme a su casa, le prometo que solo será esta noche… no se preocupe por mí, mañana veré donde me quedo… y muchas gracias por todo –

Comente sonriéndole tiernamente mientras hacia una pequeña reverencia como forma de agradecimiento al joven

por **Alexander Von Humbolt** Dom Sep 25, 2011 6:46 pm

Un olor en el ambiente llamaba la atención de mi nariz, un olor ciertamente familiar, como si hubiera vuelto a una niñez gris y borrada por el tiempo, solo lograba recordar momentos, con personas que no conocía y ciertamente entre ellas no me encontraba... o tal vez alguno de ellos era yo, pero no me reconocía.

Su mano estaba muy fría, congelada diría yo, pero a suerte para ella mi cuerpo era algo extraño, y ante la temperatura, actuaba totalmente al contrario, si el calor dominaba, me congelaba, y si el frío domaba la ciudad, mi cuerpo sería una fuente de calor. Su pequeña mano temblaba levemente por el frío, pero luego de unos segundo se separó de la propia mientras me agradecía y comenzaba a vestir la chaqueta que recientemente le había ofrecido; no era ni muy grande ni demasiado chica, le quedaba mejor que a mi, al parecer esa chaqueta había encontrado un nuevo dueño.

Al llegar a la casa entró primero ella, no podía dejar de ser un caballero, mas luego entré yo y cerré la puerta con cerrojo, me dirigí a la ventana y cerré las cortinas y las dos últimas cosas que restaban era prender la estufa y preparar las tasas de chocolate caliente, así que me dirigí a lo primero. Aquel viejo cacharro de metal que se encontraba cercano a los sillones de la sala, me agaché y con un fósforo prendí el piloto y esperé durante unos segundos hasta que pudiera dejarla encendida, mientras tanto desvíe mi mirada hacia la mujer que comenzaba a hablarme presuruosamente.

-No hay nada que agradecer, quédese cuanto quiera y necesite... ah y por cierto, la chaqueta le queda bien... mejor que a mi diría... se la regalo-

Por fin la estufa se mantenía encendida, y terminaba por recibir una reverencia de parte de ella en cuanto a mi hospitalidad, aun así solo faltaba el toque principal, lo cual siempre estaba preparado en mi hogar, me acerqué a un minibar detrás del primer sillón que uno observaba al entrar y abrí una caja metálica, algo futurista de la cual saqué dos tasas de chocolate caliente, y me acerqué a ella ofreciéndole una.

- Ante el frío siempre estoy preparado con dos tasas-

por **Himeko** Dom Sep 25, 2011 7:12 pm

El joven rápidamente cerro el cerrojo de la puerta y posteriormente las ventanas cubriéndolas con las cortinas correspondientes a cada una de ella, para luego dirigirse a la cocina a preparar las tasas de chocolate caliente mientras me dispuse a caminar lentamente por la sala con cuidado de no tropezar con nada ni tocar nada que no debiese… me encontraba algo extraño que no tuviera ni una foto de él o su familia en la sala de estar, acto que no era muy confiable en una persona.

–gracias –

Comente dando una pequenia vuelta en el suelo abrazando la chaqueta como si estuviera en un anuncio de Gucci, o Dolce & Gabbana o unos de aquellos diseñadores de marca por el alago que el joven había propiciado. “Regalo”? me sentí un poco desubicada en aquel momento pues la única persona de la cual había recibido regalos alguna vez era su hermano mayor y no sabía con exactitud si aceptar cosas de desconocidos era apropiado o no… pero hacia tanto frio allá afuera que sería un buen abrigo para mantener mi cuerpo un poco caliente en aquellas frías noches en las calle.

–Seguro que no la necesitará más? No me sentiría bien de despojarlo de sus pertenencias, pero si me permite pegarlo no me sentiría tan mal –

Comente rebuscando entre los bolsillos de vestido hasta encontrar algunas monedas en lo mismo, no era una gran cantidad de dinero pues el viaje hasta la ciudad le había costado mucho, pero era suficiente para comprar algunas que otras cosas. El joven no tardo mucho en llegar de la cocina con dos tazas entre las manos lo que me hizo pensar que realmente vivían dos personas en aquel lugar.

–gracias por el chocolate… ehm… sé que no es mucho… pero es lo único que tengo, cuando consiga más vendré a traerle el resto por el precio de la chaqueta –

Mientras le extendía el dinero con una mano y con la otra tomaba la tasa de chocolate caliente que me ofrecía sonriéndole tiernamente.

por **Alexander Von Humbolt** Dom Sep 25, 2011 7:51 pm

Aquella joven parecía realmente feliz cuando le regalé la chaqueta, era como si nunca le hubieran regalado algo de tal valor, bueno a mi parecer aquella chaqueta tenía un valor realmente increíble, fue testigo de todos mis pesares, fue un regalo que me hicieron a mi hace tiempo, cuando era pequeño y me habían encerrado en aquel hospital psiquiátrico, una buena mujer que me cuidaba y mimaba había dicho que su padre la había obtenido hace mucho mas tiempo como regalo de su madre, y la cual utilizó una vez en la guerra y gracias a ella logró salvarse la vida, entonces la regaló a la enfermera y la enfermera me la regaló a mi cuando aun era un pequeño.. y ahora aquel viejo trapo remendado tantas veces llegaba a manos de la pequeña.. en la cual parecía tener mucha confianza, con tan solo cinco minutos de verle y dirigir menos palabras que dos antisociales en un viaje.

Sus palabras se hicieron presentes mientras yo volvía con ambas tasas de chocolate, y no me agradaba lo que mis oídos podían oír, al parecer quería pagarme el precio de la chaqueta, una chaqueta con tanta historia debía tener un precio aproximado de cinco mil dólares o mas, además de ser una reliquia de una época pasada, parte de la cultura que hoy llamamos antigua. Pero no sería capas de cobrar ni siquiera un centavo a esta pequeña dama realmente tierna, quien me recordaba que ya estaba viejo para volver a ser el niño que nunca fui y refrescaba la idea de que en cualquier momento encontraría a alguien tan hermosa como ella para conformar una familia... pero ¿Quién sabe el futuro?... nadie.

Al tiempo de entregarle la tasa de chocolate caliente su otra mano ofrecía unas pocas monedas, las cuales tomé y luego dejé rápidamente en su bolsillo.

- Hagamos un trato... tu quieres pagarme la chaqueta y yo últimamente ando un poco solitario... ven a visitarme de vez en cuando y habrás saldado el valor real de esa chaqueta... parece un trapo viejo pero tiene una gran historia... da mucha suerte-

Me senté luego de aquellas palabras en el sofá y comencé a beber de mi chocolate mientras le observaba con una sonrisa la cual hacía tiempo que no esbozaba mi rostro.

por **Himeko** Dom Sep 25, 2011 8:21 pm

Mire como el joven tomaba el dinero y lo devolvía en mis bolsillos cosa que me confundió un poco hasta el momento en que escuché las palabras que provenían de los labios ajenos asintiendo a las mismas con la cabeza mientras daba un sorbo al chocolate caliente, aquel rico sabor que hace mucho tiempo no sentía entre mis pupilas gustativas era algo muy agradable, y más aun la sensación de calidez que dejaba en mi cuerpo frio debido al largo tiempo que había caminado en la tempestad bajo la nieve.

–está muy rico… gracias por todo sama –

Comente sonriendo un poco mientras caminaba por la sala hasta sentarme en el suelo delante de la chimenea, la cual se encontraba apagada pero era un lindo detalle que le daba una atmosfera hogareña al lugar incluso cuando el mismo se encontrase tan vacio.

–tiene una casa muy bonita… vive alguien más aquí –

Como hacia ese tipo de preguntas? Si vivía alguien más allí o no eso no tenía nada que ver conmigo, debía de aprender a ser más prudente y medir un poco más mis palabras antes de hablar para evitar los problemas… qué pensaría ese joven? Agaché un poco la cabeza analizando bien las palabras que había pronunciado

–ehm, perdóneme, no es de mi incumbencia… prometo no volver a ser tan entrometida señor… –

No sabía cómo referirme al ajeno pues no sabía aun su nombre, pero supongo que alguien como él no debería decirle el hombre a una simple chica que vivía en las calles como yo… hoy en día se podían hacer millones de cosas con solo saber el nombre de una persona por lo que las personas estaban más atentas a esas cosas… pero no tenía temor de ello pues de todos modos no tenía nada que pudiesen arrebatarme

–por cierto… perdóneme por no haberme presentado desde un comienzo, me llamo Himeko, aunque usted puede decirme como quiera

por **Alexander Von Humbolt** Lun Sep 26, 2011 10:57 am

El trato había sido propuesto, y aceptado agraciadamente, tan solo asintió con su cabeza a lo dicho, era un alivio saber que no insistiría con el poco dinero que aun le quedaba, me sentiría mal si ella no lo utilizara para comer o beber, algo que me condujo a otra de tantas dudas "¿Dónde se estará hospedando?"... tal vez mas adelante se daría la conversación como para preguntar, aun no quería entrometerme tanto, aunque si quería saber por que me resultaba conocida... pero tal vez mi mente solo intentaba crear una nueva vida a partir de las cenizas, crear recuerdos de tiempos pasados que han sido olvidados.

Sonreí ante su agradecimiento mientras aun bebía de mi chocolate caliente, un sutil sabor deliciosamente suave... pero pronto me levanté del sillón dejando la tasa a un lado, había olvidado prender la estufa, solo había encendido el piloto, por lo que al verle sentada frente a la misma me acerqué y giré lentamente la perilla.

-Perdón... había olvidado encenderla.. y mejor retrocede algunos centímetros, ya que calienta mucho y puedes quemarte.-

Luego de encender la estufa le observé algo confundido, ya que sus palabras habían sido confusas, era una pregunta pero a la vez una afirmación repentina, pero mas bien creo que había querido preguntar pero se arrepintió luego, le dirigí una mirada tierna mientras veía como se lamentaba como si fuera una pequeña por preguntar algo embarazoso. Tomé asiento nuevamente en el sillón y bebí del chocolate caliente, hice unos segundos de silencio y luego respondí amablemente con una sonrisa.

- Vivo solo... desde hace mucho tiempo... mas bien desde que tengo memoria... y no te preocupes, no me has incomodado preguntando, y si es una duda que surca tu mente deberías dejarla salir, no me enojaré... lo prometo-

Por momentos se demostraba dudosa, era como si dentro de ella existiera una batalla entre lo sano, lo inocente y la pequeña desconfianza que pudiera tener hacia mi persona, rasgos que demostraban que aun era una niña, parecía ser grande y tener el cuerpo de toda una mujer, pero mas de una vez se han visto casos de mujeres que tienden a ser mas pequeñas que la edad real que tienen... en muchos casos se ha dado por no tener suficiente compañía cuando eran pequeñas, y en otros por haber sido mimadas de mas... en todo caso se refiere a la cantidad de cariño recibido durante su niñez... algo que parecía faltarle a ella.

- Tranquila... es un placer Himeko... yo soy Alexander... y te invitaría a hospedarte aquí conmigo, si es que no tienes otro sitio.. ya que no he visto gran cantidad de monedas en tus manos.. y con eso hoy en día no se puede vivir... quédate hasta que tengas un mejor pasar... ¿Si Himeko?-

Había aprovechado el momento para averiguar y disolver aquella duda que rondaba en mi mente... en aquel momento no creía que ella pudiera ser un peso para mi... los ingresos conseguidos por la hermandad son suficientes para mantenernos a ambos durante años y años... no podía perder nada... y tal vez pudiera ganarle a aquella soledad que me persigue desde hace tiempo.

por **Himeko** Lun Sep 26, 2011 12:08 pm

El joven no tardo mucho en levantarse de donde se encontraba para encender la chimenea advirtiendo un poco sobre la misma mientras me alejaba un poco de la misma siguiendo las advertencias que el joven me había dado… acción seguida volvió a sentarse en el sillón que se encontraba frente a mi disculpándose.

–no tiene porque disculparse, está todo bien –

Comente sonriéndole tiernamente… al parecer el ajeno podía presentir aquella batalla interna que se desató al momento en que aquella pregunta algo imprudente para ser sinceros surgió, causando que su respuesta me entristeciera un poco… era difícil vivir solo todo el tiempo sin tener a nadie a su lado, reconocía ese sentimiento de alguna manera u otra cuando mis padres separaron a mi hermano de mi lado al momento de enterarse la “relación” que ambos llevábamos… aunque de cierta manera aun seguía viviendo con mis padres me sentía sola pues nunca estaban en casa o para mí.

Al escuchar el nombre del ajeno me sorprendí un poco sintiéndome algo confundida… acaso lo había encontrado? Dudo que fuera así, aunque había pasado tanto tiempo desde que nos habían separado y ambos habíamos crecido bastante por lo que aunque lo estuviera de frente a mí creo que no podía descubrirlo, quizás había pasado millones de veces en la calle a su alrededor sin saber que se trataba de el… aunque ciertamente debían de hacer millones de personas en el mundo con el mismo nombre por lo que no debía de alimentar falsas esperanzas.

–mucho gusto en conocerte… alex…ander –

Comente mirándolo algo confundida y esperanzada en lo más profundo de mi corazón.

–la verdad es que vivo en todas partes y a la vez en ningunas… como esta noche que me quedaré con usted… la siguiente no sé donde llegue a dormir, quizás algún lugar en un parque bonito o algo así –

Bebi otro sorbo de chocolate caliente mirando a las llamas de fuego que bailaban sin sesar dentro de la chimenea mientras abrazaba el chaleco que antes había cubierto el cuerpo de Alexander.

–gracias por su hospitalidad… prometo que le pagaré de alguna u otra forma cuando pueda, mañana saldré a buscar cualquier trabajo que pueda darme algo de plata por lo que no tendrá que preocuparse mucho porque duré mucho tiempo aqui

por **Alexander Von Humbolt** Lun Sep 26, 2011 12:50 pm

El aire comenzaba a calentarse rápidamente, se podía notar como de la chimenea salían ondas de calor, deformando el ambiente... aquellas ondas provenientes de un fenómeno de la naturaleza, que aun no comprendemos bien, pero que sabemos que sin este no estaríamos aquí aun vivos, utilizándolo para resguardarnos del frío, alejar aquella gélida sensación de estarse congelando, de estar siendo apresado por la baja temperatura.
Ciertamente era una de esas noches en las cuales te dicen "Es perfecto para beber algo caliente con tu pareja y dormir abrazado"... pareja... abrazado... algo de aquella frase no encajaba aquí.. o mas bien aquella frase desencajaba por completo del contexto en el cual estaba.

Algo confundido por la soledad que solía rodearme, me rescosté mas cómodamente en el sillón y cerré los ojos por unos instantes... la paz dominaba el ambiente... aquella joven no molestaba en lo mas mínimo... se reforzaba la idea de que no sería difícil si ella viviera en la casa también, no generaría molestias y por consiguiente seguramente ni sentiría su presencia... aunque debería dejar ciertos hábitos a los cuales uno se acostumbra al vivir solo... como salir desnudo de la bañera... dormir en ropa interior... costumbres que debería olvidar... sería divertido probar un cambio de vida... hasta este mismo momento había vivido de una forma algo aburrida, tal vez estaba llegando el momento de un cambio y ella sería lo que desate ese cambio.

Elevé la mirada al oír sus palabras, y me senté de forma correcta para que no pareciera una falta de respeto. Había pronunciado mi nombre de forma alternada... algo extraña... pero alguna vez también me habían llamado de tal forma... aunque mi apellido había sido inventado para darme una nueva vida después de destruír lo que ya había construido con tanto esfuerzo en este mundo. Sus palabras llegaron a mi corazón, parecía haber llegado a la ciudad hace poco tiempo con un objetivo en mente, pero sin el suficiente dinero para poder mantenerse mientras buscaba aquello que su mirada anhelaba.
Una tierna mirada hacia las flamas mientras se aferraba de la chaqueta me hizo reaccionar... aquella joven podría ser parte de mi cambio mientras que yo podría ayudarle... un trato era un trato y era momento de agregarle algo faltante... me comprometería a ayudarle a mantenerse en la ciudad mientras ella buscaba eso tan ansiado.

- Primeramente solo tuteame... soy Alex para ti... y segundo... de ahora en adelante vas a dormir aquí, en esta casa... y te vas a centrar en lo que viniste a hacer en esta ciudad... parece que buscas algo... y por el dinero despreocúpate... tengo grandes ingresos, aunque mi hogar es humilde, mis arcas están llenas desde hace tiempo, regalarte algo de dinero no será problema... lo único que te pido como pago... es que me hagas compañía... -

por **Himeko** Lun Sep 26, 2011 1:27 pm

Seguía allí, acostada en el suelo frente a la chimenea moviendo la cabeza de un lado a otro tarareando una canción que le encantaba pero que no podía recordar la letra de la misma solo el ritmo de la música. Mi mente se puso a imaginar un mundo dentro de la chimenea viendo en cada chispita de fuego una vida encerrada que buscaba unificarse con otra para crecer grandes y fuertes hasta ser invencibles. Sonreí un poco para mí misma mientras daba otro pequeño sorbito al chocolate caliente colocando la tasita en el suelo cerca de mis manos.

–de acuerdo te llamaré Alexander entonces –

Lo miré dedicándole una tierna sonrisa al mismo, pero no podía llamarlo de la forma en que me había pedido pues al único que llamaría así sería a su hermano mayor que aunque fuese caso perdido seguiría buscándolo sin parar hasta encontrarlo.

–gracias Alexander, por todo… eres muy bueno conmigo… si… vine a buscar a alguien que creo que se encuentra en esta ciudad si no mal recuerdo… es alguien muy especial para mí… es mi novi, digo hermano mayor… se llama igual que tú, por eso me sorprendí un poco al escuchar tu nombre –

Recostando su cabeza en el suelo mientras lo señalaba con un dedito al decir aquellas palabras, realmente no sé porque decía aquellas cosas a un desconocido, pero era una forma de ver si se trataba de él o no… de ser ese el caso pudiera reconocerla después de lo dicho.
No lo negaré en mi interior deseaba y sentía que era así, pero quizás era mejor no ilusionarse de falsas esperanzas que solo me lastimarían y me distraerían de encontrar a mi verdadero hermano y amor de la vida.

-sabes... te pareces un poco a él... aunque no se como deba de estar ahora... fui separada de su lado cuando aun era pequeña por lo que no podría saber como es ahora... aunque creo que lo sentiría cuando lo viese y el igual

por **Alexander Von Humbolt** Lun Sep 26, 2011 5:22 pm

El sabor del chocolate caliente parecía ser distinto en compañía, se sentía un aroma mas... humano, o tal vez mas familiar... je irónico.. un aroma familiar a algo que nunca he conocido.. una familia, es realmente irónico sentir aire familiar cuando uno nunca ha tenido esta misma sensación antes... aunque tal vez me confundo y si la he tenido... en otra vida... en mi vida anterior a esta, la cual fue borrada por la ambición de un grupo de hombres, ansiaban crear a un niño que no temiera a la nada misma, que si viera una bala ser disparada en su dirección no entrara en pánico y respondiera esquivando la misma y atacando de forma violenta, rasgando rostro, destrozando ojos, destruyendo cuellos... destruyendo su propia vida por voluntad ajena... tomada como propia mediante un lavado de cerebro, cada golpe era borrar un suave y cálido recuerdo, cada inyección me hacía sentir a mis padres como extraños... a mis hermanos como monstruos... pero claro.... ¿Quién sabe si los tuve alguna vez?... solo me guío por querer tener algo de lo cual aferrarme y pensar que no fui un niño abandonado al nacer... por alguna razón quiero pensar que tuve una familia alguna vez...

Oyó las palabras de la joven reaccionando rápidamente ante las mismas, bebía otro sorbo mientras continuaba oyendo la melodía producida por la voz tierna y cálida que frente a si se generaba; las sospechas eran bien infundadas, ella buscaba a alguien en la ciudad, aunque solo sabiendo su nombre, tal vez con el apellido podría encontrarlo, aunque si recordamos lo que ocurrió hace tiempo en la ciudad, muchos se cambiaron el apellido para olvidar lo sucedido.
Ella se extendió en el suelo mientras aun me comentaba y señalaba con su dedo, como si esperara que yo fuera su hermano... algo que en el fondo de mi corazón y siendo sincero... me hubiera encantado, no podía negar el hecho de que si decía que su hermano era su novio... entonces me hubiera encantado ser su hermano y por ende... lo antes dicho....tener un familiar, alguien que me arrancara de mi soledad y me diera la vista que nunca tuve sobre la felicidad.

- Siéndote sincero... hubiera sido un placer y un encanto ser tu hermano... eres una mujer realmente sensible, cariñosa... preciosa y alguien que seguramente no abandonaría a su hermano, es mas lo estas buscando luego de tantos años... pero mejor callaré... y te ayudaré a encontrar a tu hermano, lo único que quiero es ver que sigues sonriendo... En verdad no se si no lo soy... no recuerdo nada de los dieciocho años para atrás... solo se que un día aparecí aquí... y nada mas, podría serlo como podría que, pero no quiero mentirte... -

por **Himeko** Lun Sep 26, 2011 6:11 pm

Un silencio invadió el lugar en aquel momento aunque luego fue interrumpido por aquel joven que se encontraba frente a mí en aquellos momentos y que al parecer lo seguiría haciendo por un largo tiempo… al parecer no se trataba de él… aunque pocas posibilidades existían de que así lo fuera… solamente era una simple semillita que había sido plantada en una tierra que no era fértil para ningún tipo de cosa viviente que quiera nacer de la misma. Sabía que debía estar preparada para ello por lo que no respondí nada ante ello… aunque la verdad aun quería seguir creyendo que se tratase de él.

–solo es una casualidad… no importa, y gracias por ofrecerte a ayudarme en busca de mi oniisama

Sonreí tiernamente al momento en que el último trago de aquel rico chocolate caliente bajaba por mi garganta calentando a su paso mi cuerpo lentamente mientras cerraba los ojitos unos cuantos segundos.

–estuvo delicioso… hace mucho que no probaba un chocolate caliente

Aún con los ojos cerrados y aquella tierna sonrisa dibujaba entre mis labios recordando aquellas pequeñas escapadas para caminar en altas horas de la madrugada bajo la nieve sin rumbo fijo con su oniisama… el destino de siempre, una pequeña casa abandonada a unos cuantos kilómetros de la casa, guarida que ambos utilizaban como su refugio prohibido. Abrí los ojos lentamente dejando para otro momento mis recuerdos, quería saber más acerca de aquel joven.

–tienes hermanas o hermanos Alexander? Es que no vi ninguna foto familiar cuando entre al lugar… y… nose… me dio curiosidad… perdón por mi incumbencia, se que no debería estar “acosándolo” con este tipo de preguntas…

Mientras me enrollaba en el piso en forma de caracolito frente a él mirándolo tiernamente. Me sentía tan cómoda a su lado que me parecía tan familiar… no aquel desconocido que minutos antes había ido a mi rescate cuando me encontraba sumergida en la soledad bajo la nieve aquella noche de invierno.

por **Alexander Von Humbolt** Lun Sep 26, 2011 7:14 pm

Sus dulces acotaciones hacían que adorara el ambiente, era como estar en un sueño, un sitio tranquilo, frío por fuera, cálido por dentro, ningún sonido de fondo mas que el de la estufa encendida, y de compañía para un hombre solitario, la melodiosa voz de una mujer especialmente tierna, ansiaba cantar sus dudas y verdades a este hombre, para calmar su turbulencia, sus desesperanzas, para atraer la paz al corazón, para hacer que este individuo se perdiera en sus profundos ojos celestes... en los que uno no sabe con que compararlos, si son tan profundos e infinitos como el cielo, lleno de sorpresas que no imaginas, o celestes como el océano, tan profundo como el universo, pero lleno de cosas cotidianas llevadas a su máxima belleza, expresadas a su mas fina pureza...

Nunca fui tan creyente ya que en la vida nunca me había ido bien, pero en estos momentos quería hacer un trato con el Dios que existiese, sea Alá, Buda o quien sea, quería que hicieran que ella fuera mi hermana y si era necesario entregaría mi vida a ellos para conseguirlo.

Yo.. yo quiero recordar en un futuro... sus sutiles labios carnosos, que me llaman a perderme, a besarle, a acariciarlos por siempre sin nunca separarme de ellos, a deleitarme con su sabor, a darles cariño, tanto como podría llenar de besos aquellas mejillas sonrojadas, tiernas, dulces, suaves y perfectas, pero allí no se concentraba mi atención, sino en sus bellos luceros.. una luz en medio de la oscuridad.

Y ahora me pregunto... "¿Qué me está ocurriendo?"... siento como si fuera a besarle en cualquier instante, como si la casa comenzara a desintegrarse en este mismo momento y la única salvación se encuentra en sus rosados y delicados labios... ¿Mejores excusas no tengo verdad?.. No se si me estaba enamorando... o ya lo estaba desde hace tiempo.

- N-no molestan tus preguntas Himeko... y no, no tengo hermanos o hermanas... o no creo tenerlos, aunque ciertamente me gustaría saber quien era yo antes de los dieciocho años, si era un pequeño feliz, o triste, si tenía familia o no... y el tema de las fotos es por esto mismo... no se si la tengo, aunque por las noches me gusta soñar que la tengo, y en algún sitio de este gran mundo uno de ellos me está buscando y algún día lo harán... se nota que soñar no cuesta nada... -

Hice silencio por algunos segundos mientras una sonrisa inocente y llena de esperanzas se dibujaba en mi rostro al tiempo que le observaba.

- Sufrí mucho por lo que me hicieron... fui su perro de guerra, su animal de caza, su marioneta... pero logré escapar de todo y aquí me encuentro, padeciendo por no poder recordar mi pasado, sufriendo por no saber quien soy, solo en un mundo tan grande... ¿Es capaz uno de estar solo en un mundo tan grande?.. por mi parte creo que si y para colmo detesto mis delirios... tal vez algún día los conozcas... y como prueba de que siempre me llamé Alexander... está colgada una cadena en mi cuello con mi nombre y la fecha de mi nacimiento, lástima que fue cuando nací y no cuando me registraron, por lo que no hay registro de esto-

por **Himeko** Lun Sep 26, 2011 8:16 pm

Seguía allí acostada en el suelo en forma de caracolito, en una casa desconocida a media noche, con un joven desconocido pero que tenía la certeza de que no era un extraño para mí de alguna manera u otra, entrelazando sus destinos casualmente o tal vez era cosa del destino el que todo estuviera sucediendo en aquel momento… aunque sus destinos se encontraban entrelazados desde hace mucho tiempo atrás… tiempo atrás cuando ambos eran solamente una pareja de pequeños hermanos que jugaban el uno al otro descubriendo cada parte de sus cuerpos… sintiendo en cada cercanía como un sentimiento nació entre ambos corazones, un sentimiento que no debía de existir mientras se juraban amor eterno… y maldecían interiormente a la madre naturaleza por hacerlos hecho producto de la misma sangre…

Pero como iba a saberlo yo si fui separada de su lado desde temprana edad al momento en que hacían sido testigos de su amor prohibido… es cierto que el tiempo pasa sin dar marcha atrás, había crecido bastante desde ese entonces, y mi cuerpo no se quedaba atrás… era de esperarse que mi hermano hubiese cambiado bastante con el transcursos de los años… solo esperaba poder reconocerlo cuando lo viera y que el destino no fuese tan cruel de arrebatarlo de su vida para siempre.

Las palabras de Alexander volvieron a irrumpir el lugar, al parecer no se trataba de él pues por lo visto era hijo único, o no sabía nada de su vida… que extraño resultaba todo, el hecho de que no se acordara de nada de su infancia. No pude evitar acercarme al ajeno al momento en que sacaba de su camisa un collar que decía tallado su nombre y la fecha de nacimiento tomándola con mis manos… era real… la misma cadena que poseía mi hermano… era él.

Me aleje lentamente dejándome caer en el suelo mirándolo, quería lanzarme sobre él y abrazarlo con intenciones de no quererlo soltar nunca, besar aquellos labios que tantas veces había proclamado como míos hace mucho tiempo atrás… pero me resistí a ello, el tiempo había pasado, no sabía nada de su nueva vida… había encontrado a alguien más quien ocupase su corazón? Me dispuse únicamente a mirarlo como en aquellos tiempos solía hacerlo mientras el ajeno andaba haciendo sus deberes.

–on… si, es una bonita cadena Alexander, por lo menos tienes algo que te recuerda quien eres aunque no te recuerdes de todo lo vivido… piensa que en esa cadena habita el alma de tus padres y te andan cuidando a través de ella. Te entiendo… a veces incluso estando rodeado de personas tu interior se siente vacio.

por **Alexander Von Humbolt** Dom Oct 16, 2011 10:18 am

Mi sonrisa aun continuaba dibujada, algo realmente extraño, pero tal fueron las palabras ajenas las cuales permitieron que siguiera demostrando algo de felicidad. Por otro lado algo me decía que aquella pequeña adolescente estaba buscando algo en mi, aunque seguramente no podría ayudarle a menos que recordara todo el pasado que hace años intento volver a escribir para saber "¿Quién realmente fui?"... aun así dicen que hay preguntas de las cuales mejor no saber la respuesta... así como aquellas del universo en las cuales la solución no se encuentra a la vuelta de la esquina ni nada parecido.

Asentí a las palabras ajenas, aquellas perfectas... adorables... carnosas... y deliciosas palabras... un momento... ¿Existen las palabras carnosas... o estaba pensando en sus labios?, je ya ni yo comprendía lo que por mi cerebro pasaba, o tal vez pasaba por un poco mas abajo, por un sitio cálido, el cual late varias veces por minuto y que es el centro de las emociones.

¡Ahh!¡La locura!... si la locura comenzaba a invadirme instintivamente... no se por que pensaba aquello, había mas de una razón pero no quería pensar en ellas, sino terminaría por sentirme mal conmigo mismo, quería... necesitaba... ansiaba una muestra de cariño; dejando mi mente y corazón a un lado extendí rápidamente mis brazos hacia ella, me sentía como un niño pequeño que busca refugio en el pecho de su madre, como si un pequeño cachorro se escondiera entre las patas de su progenitora buscando que esta misma le cuidara... aunque creo que ese abrazo nunca se daría.

-Ehm... perdona, se que parezco aniñado, se que puedo parecer alguien malvado... aunque mis intenciones sean inocentes, se que tal vez pueda ser un fracasado en la vida... pero creo que en este mismo momento ignorando mis pensamientos puedo decir que por un abrazo tuyo... robaría... torturaría y hasta mataría...-

Aquellas palabras... no sonaron convincentes creo yo, una locura inminente se denotaba en mis labios y se remarcaba con mis cuerdas vocales... ahora comenzaba a sentirme como un idiota, tal vez la habría asustado, tal vez pensaría que soy un delincuente... ya había hablado ignorando mi cabeza y esto había sucedido... creo que mejor morir a tener que ver las consecuencias de mis hechos... a todo esto mi sonrisa se fue borrando de a poco hasta llegar a una expresión de decadencia.

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